LECCION XVIII

"Como venir a ser miembros"

 

    I. El testimonio de Cristo:

    1. Un nuevo nacimiento. (Juan 3:3-5)

    2. Deber haber conversión. (Mateo 18:1-3)

    3. La gran comisión. (Marc. 16:15-16; Mat. 28:18-20; Lc. 24:44-49)

II. Testimonio de los apóstoles:

1. Salvos por la locura de la predicación. (1ª Co. 1:21)

2. Debemos oir a fin de creer. (Rom. 10:14-17)

3. Debemos creer o moriremos en pecado. (Juan 8:24; Marc. 16:16)

4. Debemos arrepentirnos y ser convertidos. (Hch. 3:19; Lc. 13:3-5)

5. Ser bautizados por fe en Cristo. (Gál. 3:26-27)

6. Purificar las almas por la obediencia a la verdad. (1ª Pe. 1:22)

7. Libertados del pecado por la obediencia a la doctrina. (Rom. 6:17-18)

8. Debemos ser guiados por el Espíritu Santo. (Rom. 8:14)

9. Debemos ser lavados, justificados y santificados. (1ª Co. 6:11)

III. Enseñados por figuras:

    1. Nuevo nacimiento. (Juan 3:3-5)

        (1) Engendrados. (1ª Pe. 1:23; Stg. 1:18; 1ª Co. 4:15)

        (2) Nacidos de agua y del espíritu. (Juan 3:5; Gál. 3:26-27; Hch. 2:38-41)

    2. Unidos a Cristo. (Ef. 5:23-30; Rom. 7:4)

(1) Amistad. (Juan 6:44-45), conocimiento de Dios

(2) Amor. (1ª Juan 4:19)

(3) ceremonia. (Gál. 3:26-27)

IV. Ejemplos básicos:

    1. Los hombres de Pentecostés. (Hch. 2)

        (1) Los que oyeron: La muerte, sepultura, resurrección y exaltación de Cristo. (Hch. 2:22-34)

        (2) Lo que les fue dicho que hiciera: Creer firmemente, arrepentirse y ser bautizados en el nombre de Cristo. (Hch. 2:36-38)

        (3) Lo que hicieron: Recibieron la Palabra con gozo y fueron bautizados. (Hch. 2:41)

    2. Los samaritanos: Hch. 8:12 oyeron a Felipe predicar a Cristo, creyeron y luego de creer fueron bautizados

    3. Los corintios: Hch. 18:8 oyeron, creyeron y fueron bautizados.

    4. Cada una de las conversiones en el libro de los Hechos es una repetición de la misma historia. El plan era: oir, creer, arrepentirse, confesar la fe en Cristo y ser bautizados.

Conclusión: Cuando los hombres obedecen la voluntad de Dios, sus pecados les son perdonados y Dios los reconoce y acepta como sus hijos. Son añadidos al cuerpo de los salvos, y gozan los privilegios y participan de las responsabilidades de esta relación. No hay tal cosa en la doctrina de la Biblia que enseñe que uno es salvo por un procedimiento y "adheridos" a la iglesia por otro.


  © 1999 Iglesia de Cristo de Sevilla

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