LECCION XXII
"De los evangelistas"I. Uso del termino. Significado: "Proclamador de buenas nuevas".
1. En referencia a un trabajo definido (Efesios 4:11)
2. Felipe designado como evangelista (Hechos 21:8)
3. Timoteo exhortado a hacer la obra de evangelista (2ª Timoteo 4:5)
II. La obra del evangelista:
1. El trabajo de Felipe:
(1). Proclamar a Cristo (Hechos 8:5,35). Obrando milagros para confirmar la palabra (8:6-8; Hebreos 2:4). Predicó donde quiera que hubo oportunidad (Hechos 8:40)
(2). Bautizando a los creyentes (Hechos 8:12.38)
(3). "Redarguye, reprende, exhorta" (2ª Timoteo 4:1-2).
(4). Organización completa de las congregaciones (Tito 1:5)
(5). Doctrinando a la iglesia (Tito 1:13; 2:1,5)
(6). Perpetuando el evangelio entregándolo a otros que lo enseñarán fielmente (2ª Timoteo 2:2).
(7). Que da todo su tiempo al Señor en su obra (2ª Timoteo 4:2; 1ª Timoteo 4:13-16; 2ª Timoteo 2:4-5)
(8). Que adviene contra los males de la apostasía (1ª Timoteo 4:1-6)
(9). Protege a la iglesia contra los falsos maestros (1ª Timoteo 1:3)
(10). Ayuda a la edificación de las iglesias locales:
(A) Timoteo se quedó en Efeso (1ª Timoteo 1:3)
(B) Tito se dejó en Creta (Tito 1:5)
(11). En resumen. el trabajo de un evangelista comprendió:
(A) Predicar la palabra (2ª Timoteo 4:2)
(B) Guardar la fe (1ª Timoteo 6:20-21)
(C) "Usar bien la palabra de verdad", esto es, aplicarla a todas las gentes como lo requieran las circunstancias (2ª Timoteo 2: 15) a fin de que todos puedan ser salvos.
III. Cualidades de un evangelista:
1. "Guárdate puro" (1ª Timoteo 5:22)
2. "Amable, apto para enseñar, sufrido (2ªTim. 2:22-26)
3. Diligente (2ª Timoteo 2:15,16)
4. Firme en la fe, leal a la verdad, reusando doctrinas falsas y especulativas, sin contemporizar con quienes las enseñan (1ª Timoteo 6:3-11; 4:1,6; 2ª Timoteo 3:14-17; 4:1-5)
5. Un ejemplo a los creyentes (1ª Timoteo 4:12)
6. Cuidadoso de sí mismo y de lo que enseña (1ª Timoteo 4:16)
Conclusión: Los evangelistas hoy día, a saber, quienes han tomado a su cargo la extensión del evangelio por medio de la predicación pública y la enseñanza, deben luchar por adaptarse a los requerimientos del Nuevo Testamento tan perfectamente como sea posible. La palabra de Dios ya confirmada y existente en forma escrita la tenemos a nuestro alcance para apelar a sus evidencias y mostrar así que estamos predicando o enseñando la verdad. Los milagros no son ya necesarios para el propósito con que fueron usados en los días del Nuevo Testamento.
© 1999 Iglesia de Cristo de Sevilla