LECCION VIII
"La autoridad de la Iglesia"
I. La fuente de autoridad: Dios hablando por Cristo:
1. Heb. 1:1-2. El mensaje y el mensajero del Nuevo Testamento contrastados con el antiguo.
2. Juan 1:17. Moisés el legislador en el periodo del Antiguo Testamento; Cristo en el Nuevo.
3. Mateo 11:27. Dios revelado por Cristo.
4. Juan 5:26-27. La autoridad dada a Cristo.
5. Juan 17:7-8. El mensaje de Cristo es de Dios.(Juan 12:49-50)
II. Debemos ser gobernados hoy por la autoridad de Cristo, no por la de Moisés o los profetas.
1. Hch. 3:19-23; Mar. 9:2-8. "A El oid"
2. Mat. 5:21-22; 5:27-28. "Mas yo os digo"
3. 1ª Co. 9:21. "Bajo la ley de Cristo"
III. La autoridad de Cristo para ser ejecutada por sus apóstoles:
1. Mateo 19:27-28
2. Mateo 16:17-19
3. 2ª Co. 5:18-20
4. Mateo 28:18-20
5. Juan 20:22-23
6. 1ª Juan 4:6
IV. Los apóstoles serian guiados por el Espíritu Santo:
1. Juan 14:16-17. Enviado a los apóstoles, no al mundo.
2. Juan 14:26. Para recordarles lo que Cristo les habia enseñado.
3. Juan 16:7-15. Para convencer al mundo por la doctrina de Cristo.
4. Lucas 24:49. Esperar en Jerusalem su venida.
5. Hechos 2:1-4, 37. El Espíritu Santo vino y por medio de la predicación de los apóstoles convirtió a tres mil hombres y mujeres.
V. La predicación de los apóstoles confirmada por milagros.
(Marcos 16:15-18; Heb. 2:1-4; 1ª Co. 12:28-31; 1ª Co. 13:8-10)
Estos dones sirvieron para el propósito temporal de introducir y confirmar las verdades del Nuevo Testamento.
VI. Integridad de la ley así entregada:
1. Rom. 1:16-17. El evangelio de Cristo contiene la justicia de Dios "de fe en fe"
2. 2ª Pe. 1:2-3. Por el conocimiento de Cristo se adquieren todas las cosas que pertenecen la vida y a la piedad.
3. 2ª Tim. 3:14-17. Completamente preparado para toda buena obra.
4. Judas 3. La fe una vez por todas entregada a los santos.
5. Ap. 22:18-19. No debe añadirsele nada.
Conclusión: Las escrituras del Nuevo Testamento contienen la voluntad de Dios revelada por Cristo y sus embajadores escogidos; guiados y confirmados en su mensaje por el Espíritu Santo, constituyen así una regla completa y perfecta de fe y practica para el pueblo de Dios hoy, la divina constitución del reino de Dios.
© 1999 Iglesia de Cristo de Sevilla