"COMO APRENDER A VIVIR MAS EN EL ESPIRITU QUE EN LA CARNE"

INTRODUCCIÓN. Cuando nosotros leemos en los evangelios, podemos comprobar que el Señor Jesucristo era conducido por el Espíritu mientras estaba en la carne. El mismo enseñó que la Biblia fue inspirada por el Espíritu, y prometió que el mismo Espíritu estaría en los discípulos para guiarles y enseñarles todas las cosas:"Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviara en mi nombre, él os enseñara todas las cosas, y os recordara todo lo que yo os he dicho". Jesús pidió de los suyos un andar tan perfecto que solo Dios en ellos podía efectuarlo: "Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entrareis en el reino de los cielos"(Mt. 5:20), "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que esta en los cielos es perfecto"(Mt. 5:48).
Jesucristo enseñó que lo espiritual es más importante que lo material; idea que debe gobernar nuestra conciencia día tras día "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas os serán dadas por añadiduras" (Mt. 6:33). La vida del Señor Jesús es el mejor EJEMPLO de lo que es ANDAR EN EL ESPIRITU. Recordemos que Él mismo nos invita a que aprendamos de su vida "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas" (Mt. 11:29)

"COMO APRENDER A VIVIR MAS EN EL ESPIRITU QUE EN LA CARNE".


Dios nos ha dejado instrucciones muy concretas en el manual de las Sagradas Escrituras para aprender, como llegar a ser enteramente una persona perfecta y viviendo en la plenitud del Espíritu Santo. (2ª Tim. 3:16-17, Juan 6:63, 1ª Co. 2:9-10).
Según estas lecturas, el Espíritu Santo nos dejó la Biblia para que por sus enseñanzas aprendiéramos a ser "enteramente perfectos". Cristo nos ha dicho que sus palabras son "espíritu y son vida", y Pablo nos ha recordado que el Espíritu Santo nos revela aun las cosas mas profundas de Dios. Cuando nos convertíamos a Cristo, Él mismo vino a ser morada en nosotros por nuestra fe en él (Ef. 3:17). De la misma manera cuando creíamos en su persona como nuestro Dios y Salvador, el Espíritu Santo vino a habitar dentro de nosotros mismos (Jn. 7:38, Hch. 2:38, Ro. 8:9). Cuando somos conscientes de estas benditas realidades, es decir, Cristo morando en nosotros, El Espíritu Santo habitando en nosotros, y la Palabra habitando abundantemente en nosotros (Col. 3:16), entonces ya tenemos todo lo que necesitamos para APRENDER A VIVIR MAS EN EL ESPIRITU QUE EN LA CARNE. Ahora bien, tenemos que tener muy en cuenta que desde que Dios viene a hacer morada en nosotros por su Espíritu, inmediatamente se entabla un conflicto entre la nueva criatura (2ª Co. 5:17) y la vieja naturaleza que esta viciada según los deseos antiguos que aun van a continuar con nosotros y que se convertirán en verdaderos aguijones para que no hagamos todo lo bueno que queremos hacer ahora que hemos experimentado la nueva vida en Cristo. El capitulo 7 de Romanos es un exponente de lo que va a suceder en la vida de cada cristiano que desea vivir mas en el Espíritu que en la carne.
Todo verdadero creyente tendrá una experiencia muy dura de lo que cuesta vencer los impulsos del viejo hombre (naturaleza) cuya tendencia es llevarnos siempre a hacer aquellas cosas que odiamos y aborrecemos, pero que están en nosotros tratando de impedirnos vivir mas en el Espíritu que en la carne."Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mi. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal esta en mi. Porque según el hombre interior (hombre espiritual-nueva criatura) me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros que se revela contra la ley de mi mente y que me lleva cautivo a la ley del pecado que esta en mis miembros. ¡Miserable de mí!¿Quién me librara de este cuerpo (carne) de muerte?¡Gracias doy a mi Dios, por Jesucristo Señor nuestro..."(Ro. 7:19-25).
Es en el reconocimiento de esta realidad, que experimentamos en nuestra nueva vida en Cristo, que podemos APRENDER A VIVIR MAS EN EL ESPIRITU QUE EN LA CARNE. El reconocer esta realidad no quiere decir en manera alguna que nos entreguemos a conformarnos en seguir viviendo según los deseos de la carne, muy al contrario, esta información nos ayuda a vivir mas en guardia contra esos apetitos carnales a fin de buscar mas el fortalecernos en el poder del Señor Jesucristo " Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Ro. 8:1).
Aprendemos a vivir mas en el Espíritu cuando vivimos en practica de su fruto y que es la manifestación de esa nueva naturaleza espiritual que hemos recibido por nuestra conversión a Jesús. La lección para aprender esta asignatura es muy sencilla y la tenemos en Gálatas 5:22-25. Haciendo lo que el Espíritu nos enseña aquí estaremos en el buen camino como discípulos de Cristo. Lo contrario a esta asignatura es la otra negativa y que tenemos en el mismo capitulo 5 de los Gálatas versos 16-21. ¡Esta es la lección negativa y totalmente anticristiana y antiespiritual! Creo que el estudiante más torpe se dará cuenta de lo que significan estas cosas y que son obras en las que no debemos caer, porque son un impedimento para el crecimiento de nuestra vida espiritual correcta. Aquí tenemos nuestra lección muy aclarada.
Deciros por ultimo, que la Santificación del creyente es la voluntad de Dios, y el Espíritu Santo ha venido para efectuarla. (1ª Tes. 4:3). Aquel cristiano que no desea ser santificado no debe pedir la plenitud del Espíritu Santo. Es cuando vivimos sometiéndonos al Espíritu Santo que podemos aprender a vivir mas en su plenitud. El Espíritu de Cristo mora en el creyente, pero Él obra en la medida que el creyente tenga deseos de su santidad. A los creyentes se nos llama a no contristar al Espíritu Santo de Dios (Ef. 4:30) y esto sucede cuando los creyentes mentimos unos a otros, cuando nos enojamos con los hermanos, cuando nos airamos unos con otros, cuando robamos, cuando empleemos malas conversaciones, o tenemos palabras sucias, cuando tenemos celos unos hacia otros, cuando hacemos divisiones, griterías, maldiciones, y toda malicia, etc, etc. (Ef. 4:24-31). ¡Cuando estas cosas las practicamos estamos muy lejos de aprender a vivir mas en el Espíritu, y por el contrario, creceremos en vivir mas según los deseos del viejo hombre que ya fue crucificado cuando bajábamos a las aguas del bautismo. El Espíritu Santo "habita en el creyente", pero podemos tenerle entristecido y al mismo tiempo podemos llegar a APAGARLO. (1ª Tes. 5:19).
Hay varias maneras en que un hijo de Dios puede apagar o restringir al Espíritu Santo, no permitiendo que cumpla la plena voluntad de Dios, sea en nosotros o sea en otros. Le limitamos cuando no prestamos atención a sus indicaciones acerca de alguna obra buena que podamos hacer. Acerca de nuestro testimonio para que hablemos a otros de Jesucristo. Cuando perdemos el interés en la oración, cuando no tenemos celo por su Palabra, en su estudio, cuando dejamos de congregarnos, preocupados los unos por los otros, cuando pudiendo hacer el bien a otros dejamos de hacerlo, etc, etc, entonces ese poder que tenemos dentro de nosotros en su persona queda anulado por nosotros mismos, y nuestro corazón queda abonado para que nuestra carnalidad pueda hacer su obra sin ninguna oposición. El deseo de saber como vivir mas en Espíritu que en la carne debe estar motivado por un solo deseo u objetivo, "Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios"(Col. 1:8-10). Esta parte de la oración del apóstol para los Colosenses, nos indica que donde esta el Espíritu en plenitud, allí está la santidad y el poder. Al andar en el Espíritu, guiados por el Espíritu, bebiendo del Espíritu, llegaremos a la plenitud y el poder con efectos que solo Dios puede alcanzar a saber.

RESUMIENDO:

1. El Señor Jesucristo prometió la dirección del Espíritu Santo a sus discípulos.
2. El andar en el Espíritu, el ser guiado por el Espíritu quiere decir progreso hacia el blanco, es decir, alcanzar la semejanza de Cristo.
3. El andar en el Espíritu es un andar de fe en Él a cada momento.
4. Peligros en el camino. Entristecer al Espíritu cuando vivimos carnalmente. Apagar el Espíritu es restringir su poder en nosotros cuando no nos dejamos someter a su soberanía. Resultados de andar en el Espíritu: LA SANTIFICACIÓN, LA HUMILDAD, LA JUSTICIA, EL FRUTO.

¿CÓMO APRENDER A VIVIR MAS EN EL ESPIRITU QUE EN LA CARNE?

Pidiéndole a Dios que nos dé de su Espíritu a fin de que seamos llenos de su poder y nos guié, enseñándonos a vivir conforme a la vida de su Hijo Amado en el cual Èl tiene complacencia. Que nos dé de su poder para poder resistir a los deseos de la carne, que aun están en nosotros como auténticos gigantes haciéndonos sufrir muchas derrotas y humillaciones.
¡Esta es una lección que espero, y pido a Dios que nos ayude a todos nosotros a persistir en el buen deseo de ¡APRENDER A VIVIR MAS EN EL ESPIRITU QUE EN LA CARNE!. ¡Que Dios así lo haga en nosotros, amen!

MANUEL SALVADOR CHACÓN

Reunión de Señoras 28/03/2001

 

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