Un aplauso
sin manos, a corazón abierto, a las Iglesias de Cristo en Andalucía.
El pasado sábado día 12 representantes de ocho de ellas se reunieron
en Sevilla para juntos adorar a Dios, compartir experiencias,
edificarse espiritualmente, estrechar lazos de fraternidad, dar
testimonio de unidad en la diversidad; nunca la diversidad en
cuestiones mínimas ha constituido parálisis o alejamiento del
sentimiento de unidad, menos aún en el caso de nuestras iglesias,
fuertemente unidas por la creencia en Dios, por la fe en Cristo y
por los postulados bíblicos. Así como el alma y el cuerpo sólo
funcionan unidos, los miembros del Cuerpo de Cristo están llamados a
unirse, no para estar juntos, sino para trabajar juntos.
En la reunión mencionada participaron simples creyentes y líderes de
ocho Iglesias: Coín, Málaga, Chipiona, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz,
Dos Hermanas, Sevilla Vicente Alanís y Sevilla Mariano Benlliure,
que fue la anfitriona del evento.
La fiesta espiritual se inició con alabanzas y oraciones, seguidas
por una exposición sobre el tema “Unidad y trabajo”.
Llegada la hora del almuerzo cada cual entretuvo su estómago con lo
que había llevado. Abundaron las tortillas de patata. Como siempre.
Tras un breve período digestivo hubo una reunión de los
organizadores, quienes evaluaron la experiencia y acordaron una
próxima reunión unida en mayo del año próximo.
En tanto que los ocho líderes dialogaban, el resto de los asistentes
entretenían el tiempo con unos selectos juegos intencionados para
incrementar el conocimiento y la amistad entre personas adultas.
Serían las cinco de la tarde cuando Yolanda Oneida Monroy y José
Antonio Corral pronunciaron breves discursos en torno al acto que
finalizaba. Luego volvieron las alabanzas y las oraciones finales,
seguidas con besos y abrazos de despedida.
Como queda escrito, el lema del Encuentro fue “unidad y trabajo”. El
único expositor habló cuarenta y cinco minutos. Inició el tema
aludiendo a un hecho histórico.
Entre junio y agosto de 1944 tuvo lugar en Europa uno de los
acontecimientos más importantes en la segunda guerra mundial. El
desembarco aliado en las playas de Normandía para liberar a la
Francia ocupada por Hitler. La inmensa tarea estuvo dirigida por el
general Eisenhower, de Estados Unidos. Este hombre sabía que su país
solo, no tendría éxito. Consiguió reunir a un millón de hombres
procedentes de trece países: Estados Unidos, Inglaterra, la Francia
libre, Polonia, Bélgica, Holanda, Grecia, Noruega, Australia, Nueva
Zelanda, Luxemburgo y Canadá.
Con este millón de hombres se procedió a la invasión.
Primero fue la unidad, luego la acción, el trabajo.
Entre las iglesias de Cristo llevamos años hablando de unidad.
Ha llegado el momento del trabajo.
Saludos, Juan Antonio Monroy Extraido
de Atrio número 1868
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