Evangelizando con tratados
"¿Por qué distribuyo tratados (folletos) evangelísticos en las calles?...Por qué es un instrumento eficaz para llevar almas a los pies de Jesucristo...". La respuesta no es de un experimentado predicador o líder, sino de Edilson Silva, un modesto carpintero del barrio Primavera, en una zona popular de Cali, Colombia. Tiene 27 años, desde
hace algún tiempo se congrega en una iglesia cristiana y forma parte del Ministerio de Evangelismo y Misiones "Heraldos de la Palabra".
No asistió al instituto bíblico ni posee un bagaje teológico excepcional, sin embargo es pieza fundamental de su congregación ya que gracias a la evangelización persona a persona, ha contribuido para que muchos conozcan el poder transformador de Jesucristo. "Es emocionante: el borracho deja de serlo, es por la obra de Jesús un hombre nuevo, sirve a la sociedad, comparte el evangelio con sus excompañeros de barra, y hace feliz a su
familia.¡Dios obra!", comenta.
Edilson comprende que evangelizar no es únicamente tarea del pastor sino de todos: desde el diácono y el ujier, hasta el recién convertido.
¿Qué pasos seguir?
Para comenzar a conquistar su barrio, la cuidad, la provincia y su país para Jesucristo, hay muchas estrategias bíblicas. En esta ocasión le proponemos una: evangelización persona a persona con tratados...Y a continuación le proponemos unos sencillos pasos a seguir...
Primero: Ore. Dependa en todo momento de Dios. Pídale que asista y respalde las labores de evangelización que realizará. Recuerde que usted pone de su parte, pero el éxito de la tarea lo ofrece el Señor.
Segundo: Tenga compasión por quienes se podrían perder por la eternidad, sin que nadie les haya compartido el evangelio. La Biblia nos dice que nuestro amado Señor Jesús "...al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. 'La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros' -les dijo a sus discípulos. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe
obreros a su campo"(Mateo 9:36-38. Nueva Versión Internacional).
Tercero: Piense que cada tratado que usted entrega, puede ser un alma convertida, que cambie por la obra de la cruz, totalmente su vida. Recuerdo el caso de una vendedora de dulces en nuestra ciudad. Cara de amargura, ojos vacíos, semblante de incertidumbre. Le entregamos un tratado con un sincero: "Jesucristo te ama". "Ni le prestó atención", me dijo uno de los compañeros de equipo. "Puede ser, pero Dios hará
la obra", respondí...y El fue fiel a su respaldo: dos semanas después la vimos en la congregación. Ese tratadito la inquietó tanto que sintió deseos de ir a la iglesia. Hoy ya no es María, la mujer desengañada del mundo. Hoy es la hermana María, una mujer renovada, que mira el futuro con esperanza y fe en Dios...
Cuarto: Pídale a Dios que lo guíe a la persona que necesita, ahora, ya mismo, recibir el mensaje. Mentalmente ore: "Señor guíame". Recuerde a Felipe, en el libro de los Hechos de los Apóstoles. La Escritura dice que "Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un
etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu le dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro"(Hechos 8:26-29. Versión Reina-Valera 1960). Observe que Dios guió a este heraldo del evangelio. ¡Cuando dependemos de El, Dios hace maravillas!...
Quinto: Utilice la prudencia para abordar a la persona y entregarle el tratado. La idea no es armar polémica o chocar, porque usted mismo cerrará las puertas al diálogo. Puede ser que le pregunte sobre un tema cualquiera, o sobre el estado del tiempo, en fin, de un tema totalmente neutro. Para ilustrarlo, volvamos al caso de Felipe. "Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?. El
dijo:¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él"(versículos 30, 31). Usted fue llamado a predicar a Jesucristo, no a armar polémicas sobre religión o a pregonarle a todo el mundo que sólo usted, y nadie más que usted y la denominación que representa, tienen la verdad revelada.
Sexto: Si la persona no le abre puertas para ampliar sobre el tema que aborda el tratado (folleto) que le acaba de entregar, dígale: "Gracias por atenderme. Si tiene alguna duda o inquietud, en la dirección que aparece al final del tratado (folleto) estamos gustosos de ayudarle". No se sienta frustrado porque no pudo entablar una conversación más profunda. La obra es de Dios y El dice que: "así será mi palabra que sale
de mi boca; no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que la envié"(Isaías 55:11).
Séptimo: Ore al terminar su jornada, por cada tratado (folleto) que distribuyó. Pídale a Dios que utilice ese escrito como poderoso instrumento para que las almas conozcan el evangelio de Jesucristo. Recuerde, mediante el tratado, ya usted estableció un punto de contacto con la persona que lo recibió. Ahora siga clamando por esa vida...No solo por un día, sino siempre...
La tarea ahora está en sus manos. Es fácil, pero también es un reto que los cristianos debemos aceptar. Le invito para que no aprecie, inerme, cómo miles de personas van al infierno sin conocer el evangelio transformador de Jesucristo. Hoy es el día. Comience ya mismo.
Fernando Alexis Jiménez
Pastor y evangelista
E-mail: fjimenez@elvalle.com.co
Ministerio de Evangelismo y Misiones "Heraldos de la Palabra"
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