Los milagros siguen ocurriendo hoy



"No creo mucho que con una oracioncita, como aconsejan los cristianos evangélicos, mi enfermedad se sanará". Así se lo repitió una y muchas veces Esneda, cansada de recibir cada vez un diagnóstico más pesimista sobre la evolución de su osteoporosis. Irreversible, para la ciencia... un mal común, en criterio de muchos..." algo a lo que tienes que resignarte", según el consejo de sus familiares...

De ahí el escepticismo de la mujer. Todo a su alrededor generaba desaliento. Nadie tenía una palabra diferente que no fuera de crisis, de derrota y de pesimismo.

Salvo su vecina, la cristiana. Siempre con los coritos y una sonrisita que le despertaba molestia. Llegó incluso a pensar que esa sonrisa no revelaba paz espiritual sino más bien, era el antifaz que le permitiría mostrar una cara que distaba mucho de ser la real, la de un ser humano con problemas.

Pero la mujer seguía igual: amable, entusiasta, sonriente. Fue ella quien le habló de Jesucristo, de su poder ilimitado y sobre todo, de la posibilidad de ser sanada. Por eso su incredulidad sobre la eficacia de las "oracioncitas", como las llamaba despectivamente...

Y Esneda pudo experimentar ese poder indescriptible cuando comenzó a orar. Dios liberó su poder y fue sanada... Hoy, junto con otras personas, forma parte del grupo de oración de su iglesia...

Solo basta creer

Los milagros siguen ocurriendo en nuestro tiempo. Pero es necesario creer. La teoría no reemplazará jamás la experiencia personal con las señales y prodigios. Usted podrá leer cualquier cantidad de ejemplos como el que antecede esta reflexión, pero sólo cuando usted cree y clama en fe al Señor, recibirá lo que necesita, llámese sanidad física o solución a sus problemas, cualquiera que sea su índole...


El evangelio relata que "Los apóstoles pidieron al Señor: --Danos más fe-El Señor les contestó: --Si ustedes tuvieran fe, aunque sólo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a esta morera: "Arráncate y plántate en el mar", y el árbol les haría caso" (Lucas 17: 5, 6 Versión Popular "Dios habla hoy").

El Señor Jesucristo no puso límites. Sólo planteó una necesidad ineludible: que hubiese fe en el ser humano. Si tenemos fe, si creemos, si oramos movidos por esa fe, lo que parece imposible para el hombre, ocurrirá, porque para Dios nada hay imposible...

Usted quizá enfrenta una enfermedad incurable o un problema al que no encuentra solución. Yo le invito para que crea en el poder ilimitado del Señor. Estoy convencido que verá una respuesta oportuna...

Si necesita que le acompañemos en oración por alguna petición, no dude en escribirnos ahora mismo...
 

Fernando Alexis Jiménez
Pastor y evangelista
Página en Internet: www.adorador.com/heraldosdelapalabra
Correo electrónico: fernando@adorador.com
Ministerio de Evangelismo y Misiones "Heraldos de la Palabra"

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